Una porción de nuestra rica historia
Nacimiento de la localidad
El 6 de marzo de 1910 llega el ferrocarril a la Estación Sarah, fecha esta que se considera como su primitiva fundación, lleva su nombre en honor de la propietaria de estas tierras, Doña Sarah Whilkinson de Santamarina. El 4 de junio de 1911 nace la escuela Nro 77, en el año 1912 los Sres. José Santamarina e Hijos proceden al loteo de las tierras, según decreto del poder ejecutivo de fecha 9 de diciembre de 1926 Sarah cuenta con una superficie total de 8000 hectáreas.
Sarah, localidad del norte pampeano.
La Pampa vivía una era pródiga en asentamientos de centros poblados en su territorio. etnográficamente fueron las tribus Ranculches o Ranqueles, los primeros pobladores naturales, en un medio geográfico muy distinto: grandes lagunas, terrenos guadalosos, innumerables garzas y flamencos. A dos leguas al norte se levantaba el Fortín N°8 y a unas ocho leguas, siempre al norte los Fortines Primero, Italó o Vutaló viejo y El Nacional.
Se presentó el mes de marzo y le correspondió el momento a Sarah, población ubicada en el Departamento Chapaleufú, cerca del límite pampeano – bonaerense, pero más próxima aún de los mojones cordobeses. Se encuentra situada a la vera de la Ruta Nacional N° 188, está empalmada por un acceso asfaltado en los últimos años. Sarah es un pueblito rural que se levanta en la margen sur del antiguo Ferrocarril Oeste, hoy Ferrocarril Nacional Domingo Faustino Sarmiento, en el km. 520 y su ejido municipal comprende parte de los lotes 2 y 3, de la Fracción B, sección 1 del Departamento de Chapaleufú (río barroso, río de barro), creado este último según Decreto del Poder Ejecutivo del 9 de diciembre de 1926.
La linea del Ferrocarril corría desde comienzos de siglo y estaban formados los grupos urbanos, con sus correspondientes estaciones, entre Bernardo Larroudé y Mariano Miró, había un importante claro en plena pampa húmeda, sin que los pobladores rurales contaran con una mínima forma de agrupamiento.
Así se concentró el nacimiento de Sarah. Los datos oficiales registran hasta la fecha 6 de marzo de 1911 aunque difieren una publicación del escritor Armando Forteza, quién en 1968 al efectuar una reseña histórica de La Pampa, consigna la fecha de 6 de marzo, pero de 1910 como día de la fundación.
El mismo investigador hace referencia a que el nombre de Sarah, se debió a la señora Sarah Wilkinson, esposa de José Santamarina, propietario de las tierras en que se edificó la población.
A través de generaciones sucedidas en más de ochenta años transcurridos, se recuerda el acontecimiento que fue la distribución de la tierra, el remate público en la plaza, el trazado del pueblo y la colocación de la piedra fundamental, para la cual, las vías del ferrocarril siempre adquieren un valor fundamental dentro de los medios de comunicación.
Nace la localidad y por tal motivo la dueña de las tierras hace donación al estado nacional argentino de la manzana 38 con los solares A,B,C,D y E para la edificación de la municipalidad, lugar donde luego se desempeñan los cargos de Presidente y Secretario Tesorero de la Comisión de Fomento, entre tanto la manzana 45 es donada en 1942 para la escuela y la habilitación del edificio escolar se lleva a cabo el día 9 de octubre de 1949 con la presencia del entonces gobernador del territorio pampeano Eduardo Reguero.
Primeros pobladores
El primer constructor fue el señor Pablo Andreani que junto a su hermano David construyeron la mayoría de las casas del pueblo. Entre ellas el antiguo edificio de la Escuela Hogar N°77.
El primer comerciante que se instaló en la localidad fue el señor Pedro Raen. En el mismo local tuvieron negocio de ramos generales los señores Valdez y Cortina, más tarde Valdez Hnos.. y luego los señores Paso y Huergo.
La primera fonda fue fundada por el señor Miguel Lizarralde en 1910, la compró después el señor Pacacoia, continuó con ella el señor Pedro Zubiri, mas tarde pertenecería a Tapella y Castellano, Fernandez y Abons y por ultimo Julia Mateo.
La primera panadería perteneció al Señor Loiollo.
La escasa población conspiró siempre contra la estabilización de un profesional de la salud para la atención de los pacientes. El primer medico fue el doctor Carlos Dauzá, luego el doctor Antonio Zito.
José Fernández, fue el primer farmacéutico, más tarde José Martín de la Colina, José Cald Voza, Adolfo Loife, Héctor Faccine y Félix Mexido.
Otros comerciantes de antaño fueron: Julio Gutiérrez, Antonio Faga e Hijos, Maximio de la Iglesia, Leonardo Silva, Francisco Antuña.
En el año 1917 se inauguró a pocos kilómetros de Sarah un frigorífico bajo la dirección del dueño de la estancia «La Chispa», señor Carlos Fuchs. Ocupaba permanentemente a cien personas por día, cabe destacar notablemente el progreso del pueblo.
Resulta difícil establecer quienes han sido los primeros colonos de la zona, porque son muy pocos los que guardan recuerdos de esos años, sabemos, si, que los agricultores han sido los primeros habitantes de Sarah, antes que se fundara el pueblo. Algunos de los primeros pobladores fueron: José Migilioré, Juan Picco, Tomás Caglieres, años mas tarde se afincaron las Familias Caivano, Luisa Vda. De Garessio, Ángel Grumelli, Pedro Balbo, Pedro Sarochar, Félix Picco, Guillermo Abá, Ángel Ferrero, Familia Artola, Seinon, Glatigny, Amadeo, Miguel y Pedro Francia, Bartolo Forastello, Andrés Costamagna, José Arriaga, Marcelina Vda. de Cordido, Eduardo Pasquali, Antonio Pinto, Conrado Sáenz, Enrique Rosiere. etc.
Fueron presidentes de la Comisión de Fomento los señores: Francisco Fernández, Enrique Rosiere, Pablo Picco, Juan González, Miguel Artola, Santiago Pachiotti, Salvador Yaquinta, Benita Álvarez, José Pablo Bocchia y Edelmiro J. Artola.
Plano de la localidad
Riqueza agrícola y ganadera
Se afincaron vecinos básicamente inmigrantes, se insinuó en los primeros veinte años un desarrollo urbano que luego cesó y Sarah pasaría a construir una de las muchas pequeñas poblaciones, alimentadas en la riqueza agro- ganadera, con la inmensidad de los campos envolviendo la demarcación de vía férrea, estación y pueblo, con las mieses y la hacienda impregnando la vida cotidiana en toda la construcción urbana. En los años de clima propicio, la producción rural deparó un movimiento interesante en el pueblo. Brazos laboriosos extraían del suelo ricos frutos, importantes no solo para Sarah sino para la región. Desde cada una de las pequeñas comunidades se sumaban su cuota de una pampa que crecía.
Logotipo del centenario
Fue realizado por la señorita Analía Silvina Segovia quién resultara ganadora, bajo el pseudónimo: ESTRELLA.
Reseña del diseño:
En este logo se simboliza al pueblo de Sarah.
La mayoría de los vecinos se dedican al campo, es una zona agrícola ganadera.
Las vías férreas me inspiraron a pensar que son la raíz de nuestro pueblo.
JURADO
El jurado estuvo integrado por: señor presidente de la Comisión de Fomento, Daniel Frencia, secretaria, Bibiana Isaia, directora de la Escuela Hogar Nº 77, Marcela Fernández, y docente de Actividades Prácticas, Diana Breit.
Los siguientes logos también fueron partícipes del Concurso:
Realizado por Fleitas, Ezequiel. Pseudónimo: JORGE
Logo Realizado por Villegas, Denis. Pseudónimo: EMANUEL
Canción del centenario
Un canto a la esperanza – Sarah 100 años
Hay un pueblo que sueña
Que lucha y que trabaja
Trazando su futuro
Buscando la esperanza.
En sus calles aromas
De indios, vascos, gringos
De turcos y gallegos
Que la hicieron su casa.
No se olvide venir
Acá sobran las ganas
Hay 100 años de historia
Y gente solidaria
Lugares y leyendas
Que arrancan la nostalgia
Las puertas siempre abiertas
Que SARAH no descansa.
Recorriendo sus calles
Se llega a la parroquia
Enfrente está la plaza
Más allá la comuna.
Y majestuosa y pura
Como cuidando el pueblo
Se encuentra nuestra escuela
Sembrada de recuerdos.
Autor: Eduardo «Yiyo» Ferrando
Poesía para el centenario "Mi Pueblo"
Si te miro desde aquí,
desde cualquier lugar del mundo,
eres un punto chiquitito;
errante, lejos de aquí
cuántas veces me subí
a los retiros más altos
entre ensueños a mirarte
y veía como embriagado
tus casas y callecitas
y caminaba embobado
gozando las tardecitas.
Cuando estaba a tu refugio
en mi pequeñez de niño
¡Eras mi fortaleza!;
tus rieles del ferrocarril: ¡mi trinchera!
Eres el centro de mi universo
……………………………..
Por afuera, a un cuerpo
se lo ve por su envoltura;
en su interior son todos órganos:
hígado, riñones, estómago, pulmones…
Dentro de ti me sentí corazón.
………………………………….
Hasta ahora no te he nombrado
para que no me traicione un sollozo;
¡Ahora de un solo “tirón” te nombro!
¡Eres mi Pueblo!
¡Mi Pueblo querido Sarah!
(Roal Néstor Picco – 2010)
Una localidad en el norte pampeano -historia-
La Pampa vivía una era pródiga en asentamientos de centros poblados en su territorio. Etnográficamente fueron las tribus Ranculches o Ranqueles, los primeros pobladores naturales, en un medio geográfico muy distinto: grandes lagunas, terrenos guadalosos, innumerables garzas y flamencos.
A dos leguas al norte se levantaba el fortín Nº 8 y a unas ocho leguas, siempre al norte los Fortines Primero, Italó o Vutaló viejo y El Nacional.
Se presentó el mes de marzo y le correspondió el momento a Sarah, población ubicada en el Departamento Chapaleufú, cerca del límite pampeano-bonaerense, pero más próxima aún de los mojones cordobeses. Se encuentra situada a la vera de la ruta Nacional Nº188, está empalmada por un acceso asfaltados en los últimos años.
Sarah es un pueblito rural que se levanta en la margen sur del Antiguo Ferrocarril Oeste, hoy Ferrocarril Nacional Domingo Faustino Sarmiento, en el Km. 520 y su ejido municipal comprende parte de los lotes 2 y 3, de la Fracción B, Sección 1ª del Dpto. de Chapaleufú (Río Barroso, Río de Barro), creado este último según Decreto del P.E. del 9 de diciembre de 1926.
La línea del ferrocarril corría desde comienzos de siglo y estaban conformados los grupos urbanos, con sus correspondientes estaciones, entre Bernardo Larroudé y Mariano Miró, había un importante claro en plena Pampa húmeda, sin que los pobladores rurales contaran con una mínima forma de agrupamiento.
Así se concretó el nacimiento de Sarah.
Los datos oficiales registran la fecha 6 de marzo de 1911 aunque difieren una publicación del escritor Armando Forteza, quién en 1968 al efectuar una reseña histórica de La Pampa, consigna la fecha de 6 de marzo, pero 1910 como Día de la fundación.
El mismo investigador hace referencia a qué el nombre de Sarah, se debió a la señora Sarah Wilkinson, esposa de José Santamarina, propietario de las tierras en que se edificó la población.
A través de las generaciones sucedidas en más de ochenta años transcurridos, se recuerda el acontecimiento que fue la distribución de tierra, el remate público en la plaza, el trazado del pueblo y la colación de la piedra fundamental, para lo cual, las vías del ferrocarril siempre adquieren un valor fundamental dentro de los medios de comunicación.
Inventario general -4 de octubre de 1941-
ACTAS
Actas 47/49/50/91/92/93/159/233
Un edificio levantado sobre un terreno de 20 x 50 mts. Y a ocho mts. dentro del mismo, compuesto de dos oficinas de 4,50 x 5 mts y un hall de 4,20 x 3,20; cielorrasos de metal desplegado; pisos de mosaicos a 0,80 cm. Del nivel del suelo; tres puertas exteriores sin postigos, siete ventanas sin postigos, revocado interior y exteriormente; vereda de mosaicos frente al hall; camino de mosaicos desde la entrada del portón de la calle hasta la escalinata de acceso al hall; verja de hierro en todo el frente oeste compuesta de cinco paños de 1,05 mts. de altura, colocada sobre mampostería de 0,80 mts. Y reforzada con siete pilares, portón de hierro de dos hojas de 1,40 mts. de altura, cercado el resto del terreno con alambre tejido nº9 de 1,50 de alto y postes cuadrados de madera dura, 35 mts de cañería con canillas; rodeado el perímetro de plantaciones.
Actas 35/39/63/99/233
Una plaza pública de 100 x 100 mts. Con plantaciones en general de árboles, arbustos y plantas de adornos; cercada en todo su perímetro con dos líneas de alambrados, una de alambre tejido y tres de púas, postes cuadrados de madera dura, dos puertas de hierro y alambre tejido, al frente. Seis bancos de plaza y tres chapas enlozadas con leyendas alusivas funcionaba un molino a viento “aeromotor” de 8’ de rueda y 40’ de torre, con depósito de 800 litros que servía para el riego de la plantación.
Actas 17/18/19/22/146
Un cementerio de un terreno de 100 x 100 mts., tapial de ladrillos en el frente norte de 2 mts. De altura y reforzado con 14 pilares; portón de hierro de dos hojas, una pieza depósito de 4 x 3, 40 mts. el resto del predio se encuentra cercado con alambre de púas, tejido artístico y postes de caldén, una bomba con caños galvanizados para la extraación de agua y plantaciones varias.
Instituciones
CLUB SOCIAL Y SPORTIVO SARAH
En el año 1934 la construcción era de chapa y pisos de madera. Tenía cancha de fútbol.
Fue construido por el señor Pejerto (albañil del pueblo) por orden del señor Paso y el señor Félix Huergo, este fue el primer presidente.
Año 1965
De izquierda a derecha (arriba):Ropel (Ruso), “Pirulo” Acosta, Vicente Glatigni, “Toti” Faga, Ernesto Ponce, Abel Ríos.
Abajo: Ulises Yaquinta, Carlos Valfré, Gauna (hijo de Vicente) Glatigni, Ubaldo Ponce, Loncho Talone.
Año 1949
Equipo Infantil «Evita»
Resultado: Sarah 2 Larroudé 1
Bertone, Talone, M. Antonio, Robles, Tin Navigatore, Artola, ‘Cacho’ Talone, Farías, Peluso, Nieto y P. Zubiri
Año 1958
Equipo de fútbol de Primera División.
Parados de izquierda a derecha: Eulogio Robles, Luis Inchauspe, Guillermo Huergo, Vicente Glatigni, Enrique Balbo y Norberto ‘Pirulo’ Acosta.
Abajo: Celestino Roppel, Ricardo Gauna, Orlando Acosta, J. Carlos ‘Juanito’ López y Alberto López.
Comisión del club, año 1970 aproximadamente
Presidente: Castillo
Tesorero: Enrique Frencia
Juan Faga, Coco Moreti, José Pachiotti,
Domingo Costamagna, Migue Cismondí.
Aniversario del club, 25 años.
Damas que elaboraron la torta,
Herminia Corrado, Irma Ríos, Clotilde Herrera y Dominga Frencia
Baile en el club
En la foto: Josefina Corrado, Herminia Corrado, Enrique Frencia, Alicia Pizzi, Andrés Pasquali y Dominga Frencia
CAPILLA «SANTA ROSA DE LIMA»
El día 30 de Agosto de 1969, merced a la voluntad de todas las damas se inaugura la Capilla «Santa Rosa de Lima».
Cimientos de la Capilla.
Delegación que fue a recibir a Monseñor Cerafine, procedía de Trenque Lauquen
Los padrinos fueron: Don Fernando Santamarina y su señora Doña María G. Pereyra Iraola.
Pobladores ingresando a la Capilla.
En el día de la inauguración, los vecinos recorriendo el predio de la iglesia.
Procesión y comunión efectuada alrededor de la plaza
Foto capilla actual
Posta sanitaria
La posta comenzó a funcionar en el año 1978. Estuvo a cargo de la misma, una enfermera, la señorita María Ester Zapata, quien brindó sus servicios hasta jubilarse. Actualmente desempeña la actividad, un enfermero, el señor Alejandro Ortiz. Es dirigida por el Dr. Oscar Mas de Bernardo Larroudé.
Destacamento policial
Comienza sus tareas En el año 1947, El primer sargento fue el Sr. Farías. Actualmente se desempeña con el cargo, el agente Mario Stefanelli.
Ropero comunitario
El 8 de abril de 2008 la iglesia redil de Cristo funda el ropero comunitario, comienza a funcionar, primero en una casa de familia, con poca ropa pero muchas ilusiones.
Años malos e inundaciones
Como es general en este territorio, llegaron los años en que predominó el clima adverso, el éxodo y la conocida migración interna desde localidades menores hacia las mayores, que se proyectó en el tiempo. Las alternativas en los distintos pueblos tienen ciertos denominadores comunes.
No ocurrió lo mismo con un fenómeno desfavorable que hacia 1984 y 1985 tuvo identificación particular con localidades del noreste pampeano, al recibir el azote de las inundaciones.
Sarah fue en un momento el pueblo más castigado, sus campos se inutilizaron, hasta que más tarde recobraron su aptitud para la producción, pero lo vivido constituyó uno de los momentos más difíciles en su trayectoria pueblerina y en la historia de la zona.
El 19 de febrero 1984 llueve torrencialmente en la localidad, en menos de dos horas llovieron 200 milímetros. En los días posteriores se suceden nuevas lluvias, los pobladores observan como los médanos se han transformado en lagunas. Sarah había quedado aislado, todos los caminos de acceso fueron bloqueados por el agua, el gobierno actual lo declara en emergencia y acude en su ayuda, afectando maquinarias, hombres y aportes económicos.
Los vecinos salían o entraban al pueblo en una Autovía enviada por Ferrocarriles Argentinos, también en una lancha a motor.
Después de una ardua tarea e intensas gestiones realizadas por el presidente de la Comisión de Fomento Daniel Frencia, el gobernador decreta la construcción del acceso. Un año después, más exactamente el 16 de noviembre de 1985 se inaugura el acceso pavimentado, sueño anhelado por toda la comunidad.
El sueño se había hecho realidad. El corte de cinta inaugurando el acceso, por el ministro de Obras Públicas, Carlos Verna; el vicepresidente 1º de la Cámara de Diputados de La Pampa, Telmo Gandino; y Daniel Frencia, presidente de la Comisión de Fomento.
LLEGO LA INUNDACION….
Por Liliana Bertone. Docente.
Si, la inundación llegó a la zona, y…como afectó a Sarah, en mil novecientos ochenta y cuatro, era increíble ver todo cubierto por el agua, tierras que años anteriores eran envueltas por arenales ahora eran solo agua, campos sin producción, gente lamentándose, y un grupo de docentes yendo a la escuela a iniciar las clases, buscando a los alumnos, hablando con los dueños de las estancias para que nos llevaran los chicos a la escuela porque así debía de ser.
Y los viernes… cuantas veces regresando a los chicos a sus hogares o esperando varias horas que llegaran sus padres o algún mayor que los recogiera. Muchas veces nos quedamos en la escuela varios días, en grupo para darnos fuerzas unas a las otras,.. en mis oídos quedó gravado el chasquido del agua sobre los zanjones y alteos que habían hecho en calles cercanas.
La Escuela debía permanecer abierta, si la cerraban se temía que por un tiempo no la abrieran, el sacrificio había que hacerlo, y así lo hicimos muchas. Era nuestra escuela y los chicos se lo merecían. En esa época era director el señor Rodrigo, quien nos alentaba a seguir.
Pero parece que Dios a tres de nosotras, nos bendijo y en distintos meses quedamos embarazadas de nuestras primeras hijas, la alegría fue enorme, cada una con su familia y su hogar, pero en la escuela también, todo se compartía, las penurias y las alegrías,… nunca faltaba un buen chiste para reírnos un rato.
Se hacía muy difícil llegar, llego un momento que los autos, camionetas no podían pasar, llegábamos hasta un punto y no se podía avanzar, de la Municipalidad iban con el tractor y el carro que usaban para llevar la basura, y ahí nos subíamos para viajar hasta Sarah, el tractor levantaba el agua y nos empapábamos. Esto lo hicimos hasta que desde la Nación llego un “autovía”, como una zorrita pero techado, entrábamos tres o cuatro personas, estos viajes se compartían con la gente que venía a Larroudé a hacer sus compras o al médico. Así que a veces no llegamos en un solo viaje a la escuela. Algunas personas nos esperaban en el andén de la estación y observaban como llegamos cargadas con nuestros bolsos y material para nuestras clases; muchas veces Don «Coco» Pica nos alcanzaba en un Falcon de su propiedad y nos daba un poco de charla a la mañana temprano hasta que llegamos a la escuela. Nosotras agradecidas…
De la provincia un día mandaron un bote inflable, un gomón con motor donde entrábamos cinco o seis personas, mas la persona que lo conducía, caminábamos lo más rápido que podíamos para alcanzarlo unas varias cuadras, hasta un improvisado muelle; todo lo que hoy es el acceso al pueblo estaba inundado y por ahí viajábamos en el gomón, nos sentábamos y agachando las cabezas y tratando de cubrirnos con algún saco para no mojarnos tanto, llegábamos hasta la ruta donde siempre un padre o marido nos estaba esperando sacudiendo la cabeza y haciéndonos gestos por lo que hacíamos; un buen beso y abrazo y varios comentarios sobre la experiencia bastaban para que al día siguiente lo volviéramos a repetir.
Así, con nuestras panzas a cuestas, y en compañía de las demás docentes, personal no docentes, con el apoyo incondicional de nuestras familias, llegamos a fin de año y con el deber cumplido.
Toda experiencia, a lo largo de la vida, tiene sinsabores, satisfacciones, penas y alegrías, pero nos deja sensaciones, aprendizajes que jamás olvidaremos.
….Gracias localidad de Sarah por lo que me has brindado,… lo que entregué lo di con todo mi amor y mi pasión como docente y como persona
Fábrica de quesos-
(Por Antonia de los Angeles Aguirre – Redactado en el año 2010)
Según lo que me informaron, esta fábrica pertenecía al señor Yaquinta antes de que la comprara mi padre y se integrara una sociedad formada por: Aguirre, García y Ughetti. Tenía otro nombre.
Después de unos años la firma pasó a ser: Fábrica de quesos «La Primavera»de Aguirre y García.
Solamente voy a relatar lo poco que yo me acuerdo, ya que cuando comencé a transitar mis primeros pasos por el lugar, mi padre ya hacía un tiempo que la tenía.
Ahí se elaboraba toda variedad de quesos; muy ricos por cierto….
En realidad era un edificio muy precario; quizá en aquella época no había mayores exigencias de sanidad; pero la elaboración se hacía con gran prolijidad.
No podemos hablar de camiones que descargaban la leche en la balanza porque no existían; lo hacían los pobres tamberos en carros tirados por caballos y contra viento; lluvia; en fin…. no importaba las inclemencias del tiempo.
Desde horas muy tempranas llegaban al lugar; acercaban a la «plataforma» que tenía la balanza de la leche; toda de acero inoxidable; y de ahí se pesaba y se le abría el tapón para que se descargara en las tinas; de acero también; recubiertas de madera; por la que circulaba agua caliente por cañerías conectadas a la vieja caldera alimentada a leña que se encontraba en un lugar especial apartado del lugar de la elaboración.
Por supuesto; todos los que vivimos en aquellas épocas; recordamos los famosos «tachos lecheros» en los que se transportaba la leche desde el campo a la fábrica.
Mi padre recolectaba algunos tachos con su camioneta en nuestra localidad; Bernardo Larroudé; para llevar a su fábrica.
Alrededor de las diez de la mañana; cuando ya los tamberos habían terminado de acercar su mercadería; comenzaba la elaboración que se extendía hasta alrededor de las trece horas. (Cuando se terminaba de elaborar se limpiaba toda la fábrica).
Una vez que se preparaba la masa dentro de las tinas se sacaba con un lienzo especial para eso y por medio de poleas para evitar grandes fuerzas manuales, se colocaba arriba de una mesa de acero inoxidable con ruedas.
De ahí se comenzaba a cortar y a poner adentro de los moldes de queso y luego se los colocaba en los lugares apropiados con pesas sobre ellos para sacar el suero restante.
Pasados los días correspondientes se sacaban de los moldes y se trasladaban al sótano que constaba de dos pisos. Al bajar la primera escalera estaba el lugar de la salmuera donde se colocaban para su salación y al bajar una segunda escalera estaban las estanterías donde se los colocaba para que los mismos sazonaran y tomaran el punto justo.
El segundo piso del sótano estaba comunicado a una balanza; donde había una puerta al exterior que daba a un costado del edificio; donde se pesaba y se cargaban los camiones que llevaban esa mercadería hacia otros lugares.
Los quesos eran trasladados a diferentes puntos como Mendoza; Buenos Aires; etc.
El trabajo diario lo realizaba mi padre junto con el socio, señor Salvador García y un empleado el señor Carlos Carrizo, residente actual de la localidad centenaria.
Con el suero que se sacaba se alimentaba al ganado porcino que posteriormente era vendido.
Mi padre traía semanalmente la cuajada que era retirada de nuestro domicilio particular en Bernardo Larroudé, por camiones que la llevaban para su comercialización.
También se procedía a desnatar la leche y venta de crema.
En el año 1975, lamentablemente mi padre comienza a padecer una enfermedad terminal; falleciendo el 15 de noviembre de ese año.
La fábrica siguió funcionando con el socio y el empleado. Nosotras acompañábamos a mi mamá hasta la localidad porque ella era la encargada de llevar adelante la empresa ante la falta de mi papá.
Al cabo de unos años; la fábrica de quesos fue vendida al señor Héctor Cedro, que cuando vino la inundación se vio obligado al cierre definitivo del edificio.
Nadie podrá borrar los lindos recuerdos de esa etapa de nuestras vidas y a lo largo del tiempo, aún en la actualidad encontrarnos con esa querida gente que nos repita: «Como los quesos del ‘Vasco’ Aguirre no había…»
En el recuerdo eterno: el festejo centenario